El Gobierno argentino anunció la privatización de la empresa estatal Belgrano Cargas y Logística S.A., en el marco de la Ley Bases, convirtiéndola en la primera empresa ferroviaria en iniciar este proceso bajo la administración del presidente Javier Milei, quien asumió el 10 de diciembre pasado.
El Belgrano Cargas, que desde hace años enfrenta serios problemas de gestión y deficiencias operativas, presentó el año pasado un balance negativo de 112 millones de dólares, un gasto que fue cubierto por el aporte de los contribuyentes. Este déficit, sumado al estado vetusto de la infraestructura ferroviaria, ha sido una de las principales razones para iniciar la privatización, según fuentes oficiales.
En comparación con el auge de la producción agrícola, que representa el 60% de la carga transportada y que se ha quintuplicado en los últimos 50 años, la capacidad del Belgrano Cargas no ha avanzado a la par. El límite de tonelaje transportado está congelado desde hace 15 años, y la distancia media que cubren los trenes, de 500 kilómetros, sigue siendo la misma que hace medio siglo, demostrando el rezago del sistema.
El gobierno sostiene que la privatización mejorará la competitividad, eficiencia y transparencia del servicio. Según las declaraciones del presidente Milei en su discurso de asunción, “todo lo que se pueda privatizar, se va a privatizar”, en línea con su enfoque de reducir el tamaño del Estado y fomentar la participación privada en sectores clave de la economía.
El proceso de privatización del Belgrano Cargas será observado de cerca por distintos sectores, mientras el Gobierno asegura que este cambio permitirá una modernización del transporte ferroviario de cargas, un sector crucial para la economía argentina.