En un nuevo informe presentado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), se reveló que la actividad industrial de las pequeñas y medianas empresas (pymes) experimentó una caída del 3,7% durante noviembre, en comparación con el mismo mes del año anterior. Este descenso se suma a un panorama de desaceleración productiva que preocupa a diversos sectores económicos.
El informe destaca que, a pesar de la baja interanual, el nivel de actividad mantuvo cierta estabilidad respecto a octubre, mostrando una leve suba del 0,1%. En los primeros once meses del año, la industria pyme acumuló un crecimiento del 0,9% frente al mismo período del año pasado, lo que refleja un desempeño irregular marcado por fluctuaciones constantes de la economía nacional.
Entre los sectores evaluados, cinco de los once analizados registraron caídas interanuales en sus niveles de producción. El segmento más afectado fue el de “productos de metal, maquinaria y equipo”, que sufrió una contracción del 11,4%. En contraposición, “material de transporte” lideró los desempeños positivos con un aumento del 5,6% interanual.
Uno de los factores destacados por los empresarios consultados es el impacto de la incertidumbre económica y política en la demanda interna. Aunque algunos sectores lograron adaptarse a las condiciones adversas, la falta de previsibilidad en las políticas económicas sigue siendo un obstáculo importante para la planificación y el crecimiento sostenible.
En cuanto a la capacidad instalada, se observó un uso promedio del 72,3%, con variaciones significativas entre los diferentes sectores. Este indicador, si bien muestra una utilización considerable de los recursos productivos, también refleja la existencia de margen ocioso que podría aprovecharse en un contexto más favorable.
El informe de CAME también subraya que, para muchas pymes, el sostenimiento de la actividad se está logrando gracias a esfuerzos internos, como la optimización de procesos y la contención de costos. Sin embargo, estos esfuerzos no son suficientes para revertir la tendencia negativa sin un respaldo de políticas macroeconómicas claras y efectivas.