El presidente de la Nación, Javier Milei, viajó este miércoles a primera hora a Bahía Blanca para estar presente en la tragedia desencadenada por las inundaciones en el sur de la provincia de Buenos Aires.
A 96 horas de las primeras grandes consecuencias del temporal que provocó gravísimas inundaciones, al menos 16 fallecidos al día de hoy, cientos de desaparecidos y cientos de millones de pesos en pérdidas materiales, Milei arribó con una fuerte custodia, poca prensa y protocolo restringido.
Como en cada viaje que realiza el presidente, Milei viajó con su hermana y Secretaria General de la Presidencia, Karina, y muy pocos asesores. Fuentes oficiales afirmaron que el presidente evitó la “politización” de su visita.
Milei se reunió con el ministro de Defensa, Luis Petri, y la de Seguridad, Patricia Bullrich, más el intendente Federico Susbielles, en el centro de emergencia que se montó en la ciudad bahiense. No está previsto que el jefe de Estado realice declaraciones públicas.
Oficialmente, el presidente estará en el sur bonaerense para “monitorear la situación”, ya con las tareas de rescate y asistencia, por parte de las fuerzas federales, en completo desarrollo, y con la espera de las ayudas de miles de argentinos que autoorganizados distribuirán víveres y elementos de primera necesidad para los afectados.
Desde el gobierno municipal señalaron que el 70% de la población fue afectada por el temporal: más de 200.000 personas.