El Gobierno Nacional mantiene su postura de escasa y nula intervención de las arcas del Estado en el mantenimiento (mucho menos en la construcción) de las rutas nacionales y esto perjudica a Santa Fe, especialmente al Cordón Industrial, cuyas arterias federales son de suma importancia para el entramado productivo regional y para el vivir de los vecinos del polo agroexportador más importante de la República Argentina.
Desde el Gobierno Provincial ya advirtieron el grave problema que significa la baja de los contratos de mantenimiento de las rutas nacionales que lleva adelante Vialidad Nacional. Sea poca, nula, buena o mala la evaluación que cada uno puede hacer sobre el desempeño o la realización de obras nacionales sobre los caminos de la región, que se den de baja los contratos no es un hecho para nada positivo y agrava una situación que los vecinos de la zona conocen mucho mejor que cualquier funcionario provincial o nacional.
Las rutas santafesinas, particularmente en el Gran Rosario, son intransitables. Y las consecuencias o posibles soluciones las pagarán indefectiblemente los bolsillos de los y las contribuyentes.
Es que la posible solución que propuso el Ministerio de Infraestructura y Obras Públicas y que presentó una infinidad de veces ante el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, es la de una concesión provincial de los caminos nacionales que cruzan la provincia, principalmente las rutas 11, 33, 34, A012, A008 Circunvalación, y 178.
Es decir, o mediante peajes, o mediante obra pública provincial, se mantendrán caminos que deberían ser, por jurisdicción, del índole nacional.
¿La Nación también se haría cargo del mantenimiento con impuestos o concesiones? Es una posibilidad, sí. A la vista está que mucho no se hizo, pero más grave es aún asegurar que no se hará nada al respecto.
¿Y la supuesta inversión del privado? Otra vez, la teoría libertaria falla. A las claras está el reclamo de las empresas agroexportadoras de mejorar los caminos que conducen a los camiones a sus puertos, o la infraestructura que poco tiempo atrás llevó hasta trenes a las terminales sobre el río Paraná, pero no pasa de ahí, ya que ellos entienden que su financiamiento a esas obras ya está hecha debido a los pagos de impuestos.
¿Qué condiciones genera, o está generando, o cree que va a generar el Gobierno Nacional para que “los privados” financien obras cuyo retorno económico no es acorde a los tiempos y/o expectativas que demandan ese tipo de inversiones?
Este es el costo que los argentinos pagan por el superávit que es bandera de la política económica del Gobierno Nacional, el cual en un análisis específico se podrá determinar que podría servir para “estabilizar” una macroeconomía, (pese a que de igual modo van a recurrir al financiamiento extorsivo internacional) y sembrar las condiciones para inversiones futuras, pero que mientras tanto las consecuencias las pagamos y seguiremos pagando todos.