La altura del río Paraná continúa descendiendo y se ubica hoy en los 36 centímetros de altura. Desde mayo, el río viene descendiendo en su nivel de forma constante, y las sequías profundizarán esta situación.
Es que desde el Instituto Nacional del Agua ya reconocieron que el río está “en crisis”. “El déficit hídrico en los suelos se va incrementando y no hay una predicción de lluvias en el corto o mediano plazo”, señaló Juan Borus, del área de Pronóstico Hidrológico en diálogo con Radio UNO.
“Estamos viviendo un escenario largo que se enmarca en un ciclo que comenzó en la última parte del 2019. Hay que considerar que todo esto es continuación de aquello sucedido en los años 2020, 2021 y 2022; especialmente en 2021, que fue extremadamente crítico”, consideró el especialista.
La reciente medición de la Prefectura Naval Argentina da cuenta de que el río continúa bajando y su altura apenas pasa los 30 centímetros en esta región. El canal navegable, sin embargo, presenta menores registros hacia el sur: 10 centímetros en Escobar, 4 en Baradero, 7 en San Nicolás y 18 en Villa Constitución.
Los principales inconvenientes que trae esta situación se orientan en sentido de la poca capacidad que tendrá el río de ser transitable para barcos, los cuales deberán también limitar su capacidad de carga.
La falta de lluvias en los afluentes más importantes del norte del Paraná complican la situación, a la vez que la sequía generalizada en la que se encuentra la región la potencia.
Similares argumentos a lo ocurrido hace unos meses atrás, los cuales se repiten y posiblemente se sigan dando en un futuro cercano.