Tras el empate de Rosario Central ante Banfield, lo que llamó la atención fue el mal estado del campo de juego del Gigante de Arroyito. Tanto fue el descontento general y tantas las críticas recibidas que el próximo partido de local del próximo jueves ante Independiente (M) no se jugará en el Gigante, algo que confirmó el propio presidente Gonzalo Belloso, y podría mudarse a Santa Fe, posiblemente a la cancha de Colón.
Los canallas habían programado un día de festejos no sólo por el reencuentro del campeón con su público, sino por el primer juego de la Copa de la Liga ante un Gigante colmado. En ese marco, hubo un gran eje de conversación: la penosa condición del terreno de juego, donde las críticas se multiplicaron a nivel nacional. Fue uno de los temas de la segunda fecha, donde Racing y Vélez también presentaron una cancha para nada digna del fútbol profesional.
Lo “positivo” dentro de este contexto adverso fue que no hubo lesiones importantes, algo que podría haber sucedido porque la cancha no estaba en condiciones e incidió notablemente en el juego. Tan es así que con lógica se llegó a la conclusión de que no se puede disputar un partido en esas condiciones.
“Decidimos jugar en el Gigante (ante Banfield) asumiendo los riesgos y exoneramos a los ingenieros y trabajadores porque la decisión fue nuestra. Queríamos que en el primer partido los jugadores y la gente se reencuentren y pudieran festejar; en Central estamos acostumbrados a hacerlo”, expresó el presidente auriazul, Gonzalo Belloso, en un video subido en las redes sociales de la entidad.
Jugar en un campo de juego como el presentado el martes último no sería atinado y es por eso que ante Independiente de Mendoza, previsto para el jueves 8 de febrero, Central se mudará a otro escenario. “Le vamos a dar el tiempo necesario al césped. Hablamos con gente de la Liga Profesional para buscar un escenario y a la brevedad informaremos al respecto. Siempre trataremos de respetar al socio y abonado para que pueda asistir”, confirmó Belloso.
En caso de que no se logre dejarlo en condiciones, Central no sólo tratará de evitar otra ola de cuestionamientos por el campo de juego, sino también cuidar a sus propios jugadores -y rivales- a una posible lesión. La opción podría ser trasladar el encuentro a la cancha de Colón, con una capacidad importante para que sus socios y abonados puedan dar el presente. Claro que no sería lo mismo porque los hinchas tendrían un gasto extra de movilización y el club perdería dinero con el alquiler de otro escenario.
El campo de juego del renovado Gigante de Arroyito se encuentra en pésimo estado para el partido ante Banfield, no apto para la práctica del fútbol profesional.
Si la realidad rosarina fuera diferente y no habría tantas diferencias, el Coloso podría ser una opción para evitar el cambio de escenario, pero se sabe que es inviable por el fanatismo extremo de un sector que se negaría a esa alternativa -lo mismo sucedería si fuera al revés-. Es por eso que si el césped del Gigante no puede estar en condiciones, Central podría presentarse en el Cementerio de los Elefantes.
Las obras en el estadio comenzaron el 12 de noviembre de 2023 y los dos meses y medio desde esa fecha para una obra importante y con máquinas pisando el piso no fueron suficientes para poner todo en óptimas condiciones. Menos aún para los encargados del césped, que necesitan un tiempo prudencial para que el terreno de juego quede óptimo. Algo que el propio presidente auriazul dejó en claro.
El siguiente encuentro de local será el 17/2 cuando reciba a Gimnasia y en caso de que no se logre la mejoría podría tomarse la misma decisión, pero eso la dirigencia lo decidirá en su momento.