La semana pasada se concretó la última, hasta ahora, suba de combustibles. Hasta ese momento, se proyectaban ajustes periódicos, en cada mes, acompañando el aumento de los costos y la actualización de la carga impositiva, pero trascendió que el gobierno sugirió a las petroleras sacar el pie del acelerador en cuanto a los incrementos por el impacto inflacionario que éstos tienen.
Alberto Boz, presidente de la Federación Argentina de Expendedores de Naftas del Interior (Faeni), dijo al respecto: “Sólo tenemos las versiones de medios periodísticos. El aumento de este último mes no fue del valor producto tendiente a llegar a la paridad internacional, sino ajustando la carga impositiva de los últimos dos trimestres del 2021 y todo 2022, más la variación de bioetanol, con el cual se hacen los cortes. De este modo, el 6 por ciento del último mes respondió a carga impositiva y a la parte renovable no fósil del combustible”.
A continuación, Boz dijo sobre el consumo de combustibles: “Hay una disminución importante, producto de la caída de la actividad económica que existe desde hace un buen tiempo. La corrección de precios también influyó: las economías familiares y empresariales se acomodaron a los nuevos valores y hoy, se trata de racionalizar el combustible más que nunca”.
Finalmente, Alberto recordó que “ya hay cronograma de aumentos para el 1º de marzo, el 1º de abril y el 1º de mayo, ajustando lo de todo el año 2023. Después, creemos que los aumentos serán de entre 6 y 8 por ciento mensual”.