Con la suspensión de gran parte de la obra pública a nivel nacional, desde la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina manifestaron su preocupación y aseguraron que, indirectamente, hay 100.000 familias afectadas.
“La gran preocupación del sector es la gran cantidad de trabajadores de la construcción que están con esta dificultad, en esta locura de Milei de terminar con la obra pública”, sostuvo el secretario general de la seccional Rosario, Sixto Irrazabal.
El dirigente confirmó que mañana habrá una movilización del gremio de la construcción a la Secretaría de Trabajo de la Nación en Capital Federal.
“Es increíble, hay más de 100.000 cesanteados a partir de la decisión del Gobierno Nacional”, agregó.
“La verdad que paralizar todas las obras fue lo peor que hizo este gobierno, creo que ni Macri empezó parando todas las obras así, para que lo supere a Macri quiere decir que ya hizo muy mal las cosas. Estamos hablando de más de 50.000 familias en la calle porque se quedan sin trabajo. A nivel nacional indirectamente hay 100.000 personas que se quedan sin trabajar”, dijo Irrazabal.
En Santa Fe, el ministro de Obras Públicas reconoció que 289 obras están totalmente paralizadas. A su vez, la Cámara Argentina de la Construcción manifestó la preocupación por las deudas que el gobierno mantiene con las empresas constructoras, también perjudicadas en este “plan motosierra” que impulsa Javier Milei.
La Secretaría de Hacienda, la semana pasada, informó el superávit primario de más de 518.000 millones de pesos. Eso se logró, en parte, porque las transferencias para la realización de obras públicas se redujeron en un 80% en términos nominales.
En ese sentido y para graficar, no hubo un solo peso transferido a la provincia en materia de, por ejemplo, fondos para viviendas.