De dónde venimos y hacia dónde vamos.
Escrita por el licenciado en Periodismo Hugo Cravero
Cuál es la construcción más antigua de la ciudad. Dónde iba a estar el centro cívico del pueblo. Qué queda del fundador en las calles baigorrienses. La vida de entonces y su relación directa con el ferrocarril. Por qué se cambió el nombre de Paganini a Granadero Baigorria.
Algunas de las costumbres que forjaron la historia y el andar diario de Baigorria que pasan inadvertidos en el día a día.
Este 9 de abril la ciudad cumple 135 años de su fundación. O sea, se conmemora un aniversario más de la firma del gobernador José Gálvez dándole la aprobación a Lisandro Paganini el pueblo que llevaría su nombre hasta mediados del siglo XX.
Pero que se sabe de su formación. Qué dato quedó perdido en el tiempo, allá atrás en el baúl de los recuerdos.
Aunque se crea que se sabe casi todo de la ciudad, esa afirmación tiene poca certeza. Es más, cada día, al investigar el pasado, el olvido sorprende que alguna información que renueva certezas y confirmas más dudas.
En este informe se cuentan unas pocas noticias un tanto aletargadas en la distancia de las décadas
El ferrocarril y la estación, marcaron el inicio de todo
Así de simple. Pero un poco más rebuscado.
Lisandro Paganini era un hombre de grandes negocios inmobiliarios en Rosario y el sur provincial. De hecho, para la década del 70 del siglo XIX, el fundador de la ciudad era propietario de una de los tres escribanías de Rosario, todas vinculadas directamente al mundillo de la gestación de pueblos y de grandes espacios de campos para el cobijo de los cientos de miles europeos que venían a hacer sus sueños y formar sus familias en tierras lejanas.
El escribano tenía un socio de gran influencia en este tipo de comercio y en otro tan importante como el latifundio. El ferrocarril. Ese hombre era Carlos Julián Niceto Casado del Alisal, un español llegado a la Argentina en 1857, años tumultuosos en la Confederación bajo la presidencia de Justo José de Urquiza.
El inmigrante de Villada no quiso inmiscuirse en conflictos de larga data en el país luego del exilio de Juan Manuel de Rosas, ni mediar entre la Confederación y la provincia de Buenos Aires, separada desde hacía cuatro años del resto de la patria, y se dedicó a crear negocios en ambos lados de la grieta. Por eso comenzó a amasar una fortuna que se acrecentó una vez el país unificado y radicándose en Rosario.
Del Alisal se convirtió en uno de los mayores latifundistas del mundo, aún más luego de la guerra de la Triple Alianza contra Paraguay, donde el español fue testaferro de otros magnates, lo que convirtió en uno de las personas más ricas del ignoto país en formación.
Para 1864 Casado formó parte del directorio provisional en la ciudad de Rosario para la construcción del Ferrocarril Central Argentino, en carácter de tesorero y en el 65’ el español creó el Banco Casado, luego de haber adquirido el banco de Londres. Al desprenderse de esta entidad bancaria comenzó la compra de extensiones de tierra y fundar pueblos, donde Paganini será su escribano en varias de las intervenciones inmobiliarias y de la formación de poblados.
Allí fue que Paganini comenzó a interactuar en el negocio de la fundación de pueblos en sintonía con la llegada del ferrocarril a los lugares a poblarse. Asimismo, Casado del Alisal en 1881 será el que dé el puntapié original del ferrocarril del Oeste, un emprendimiento férreo que tenía como destino unir Rosario con Cruz del Eje. En ese consorcio ya estaba Lisandro Paganini como socio.
En rigor. Todo esto incentivó a Paganini en 1884 comprar a Carlos Casado del Alisal, en mayor parte, y a Francisco Villarruel, las tierras donde estaría conformado el pueblo originalmente. O sea, los actuales barrios Centro, San Miguel, parte de Los Naranjos, Paraíso, Correo, y hacia el oeste limitando hasta el canal Ybarlucea.
No hay datos fehacientes, pero ante tantas conexiones empresariales y de negocio es altamente probable que Paganini sabría que en 1885 las vías del Ferrocarril Central Argentino iban a extenderse hasta Sunchales y que las mismas iban atravesar sus campos recientemente adquiridos. Y que, a su vez, el 15 de noviembre de 1886 se inauguraría la estación de trenes llamada Paganini, donde en la actualidad, y sobre el mismo edificio histórico, está el Concejo de la ciudad.
Para sumar sobre Lisandro y el ferrocarril, se podría casi confirmar que la estación de trenes fue construída por fondos del mismo Paganini. En la primera carta escrita por el fundador en mayo 1888 al gobernador José Gálvez solicitando de manera formal la aprobación de la traza del pueblo, se puede leer: “En él (por los campos donde se solicitaba la autorización) he colocado una estación el Ferrocarril de Buenos Aires a Rosario en su prolongación a Sunchales, a la que he dado el nombre de Estación Paganini, con cuyo motivo el terreno ha sido dividido en manzanas destinadas para un pueblo”
Las calles de barrio Centro y San Miguel las bautizó Paganini
Parece ser un dato insignificante, pero en ánimo de sumar detalles de la fundación de la ciudad es bueno recordarlo.
En los planos originales que Lisandro Paganini presentará en ese mayo de 1888 al gobierno de José Gálvez solicitando la creación de un pueblo en sus campos ya se detallaron las calles a urbanizar en los barrios Centro y San Miguel.
Sólo para sumar a la narración es bueno recordar las calles de los barrios citados, algunas haciendo referencia a próceres o destacados ciudadanos en los albores de la patria, como las arteras nombradas en barrio Centro. Pueyrredón, Moreno, Rivadavia, Arenales, Alvear, Sáenz, Belgrano, o de batallas, algunas libradas por José de San Martín en su epopeya libertadora de medio continente, como Chacabuco y San Lorenzo.
Por su parte en San Miguel se repite la lógica. Balcarce, Mitre, French, Berutti, Vicente López, Liniers, Las Heras, Charcas, Curupaytí, Ituzaingó, Junín, Suipacha, Callao y Maipú, o Maipo como dice oficialmente el catastro comunal.
Vale decir que ambos bulevares, tanto en de barrio Centro (Buenos Aires) o el de San Miguel (Santa Fe) también fueron bautizados por Lisandro Paganini.
De igual forma las plazas, 25 de mayo, en San Miguel, y 9 de julio en Centro, también llevan la designación original.
El centro de la ciudad no iba a estar en barrio Centro
Siguiendo con la aprobación de la traza del pueblo es bueno contar que Paganini había planificado de manera organizada la creación del mismo. Se dijo que en 1884 había comprado los campos, que un año después estos eran atravesados por las vías del Ferrocarril Central Argentino, con destino la localidad de Sunchales, y que en noviembre del 86’ se inauguraba la estación de trenes.
Pero otro detalle sumó para la presentación del pedido de la formación de Pueblo Paganini. En 1887, el 25 de noviembre, la Legislatura aprobó la “Ley Provincial de Colonias Particulares”, dando ventajas impositivas para los hacendados con intenciones de crear localidades y vender parcelas de tierra. Era el boom de los negocios inmobiliarios y Don Lisandro no iba a quedar afuera.
De allí se desprenden las pretensiones de Paganini y el lugar citado para que se desarrolle la vida cívica de la población a futuro. Esto se denota en los pedidos de corrección de los croquis presentados en el Departamento de Topografía provincial. Uno de ellos era las extensiones de los campos, que de por sí eran de menor tamaño de los que la ley recientemente aprobada solicitaba para la creación de una ciudad y otra era los espacios cedidos para escuelas, juzgado, centro de salud, predios recreativos, edificio de fomento y religiosos.
En esos documentos siempre el centro cívico iba ser San Miguel, con su amplia plaza 25 de mayo y una manzana, donde hoy están la escuela 1293 “Lisandro Paganini” y el jardín 162 “Camino de los granaderos”, donde se iban a montar las instituciones sociales, eclesiásticas y políticas de Pueblo Paganini.
La idea de establecer el centro allí fue porque Paganini compró los campos en 1884 y los antiquísimos mapas y dibujos de los loteos se elaboraron por entonces. Por esos años tanto el viejo Camino Real, que se podría trazar a la altura de calle Junín aproximadamente, aún era transitado; pero la nueva ruta a San Lorenzo, la ruta nacional 11, se imponía paulatinamente a la vieja senda que venía de tiempos coloniales.
Los primeros pobladores, entre ellos el puestero y primitivo habitante, junto a su familia, de los campos de Lisandro Paganini, Giovanni Orsetti, advirtieron que era más conveniente radicarse en cercanías a la nueva arteria. Por eso en centro del pueblo no fue donde el que se aprobó el 9 de abril de 1889, sino donde hoy está el verdadero pulmón cívico de Baigorria.
Después los pioneros le dieron la forma al pueblo y su centro, embelleciendo las calles anchas y generosas, construyendo la escuela centenaria, la iglesia y la comuna alrededor de la plaza 9 de julio.
Cuál es la construcción más antigua en pie de Baigorria
La respuesta es simple. La estación de trenes. Pero la casa de los Orsetti, que data de 1888, también sigue en pie, y, lamentablemente, está ninguneada por la historia.
Cómo se escribió párrafos más arriba, el 15 de noviembre de 1886 el Ferrocarril Central Argentino, un año después de habilitar las vías a Sunchales, construía la Estación Paganini. No hay fotos desde sus inicios, pero una imagen que El Urbano cuenta en su archivo, facilitada por Los Amigos del Riel, de 1913 la muestra con el mismo esplendor que hoy luce.
No hay precisiones ni datos de las construcciones antiguas de Paganini, pero se sabe que para 1888 el matrimonio Orsetti, formado por Teresa Filippini y Giovanni, va a comprar tres terrenos a Lisandro Paganini para construir viviendas. Una en camino a San Lorenzo 209, en 1888 (San Martin al 900), otra en camino a San Lorenzo 357, en 1889 (San Martín al 1000) y Buenos Aires 289, en 1892, (Buenos Aires casi Rivadavia).
La primera de las construcciones, la de 1888, un año antes de la fundación del pueblo, sigue siendo utilizada como vivienda. La casa, asentada en barro, está olvidada y rodeada de otras construcciones y de edificios. La misma se encuentra en Moreno casi San Martín, detrás de un local de alquiler y lindante con un edificio de 12 pisos.
Es lógico que pocos lo sepan, pero por allí la historia de Paganini se vivió y se soñó. Es injusto que la casa de los Orsetti, que además funcionó como puesto de comidas y posta, y que supo albergar a centenas de parroquianos que detenían su andar a finales del siglo XIX para refrescarse y seguir camino, o simplemente fue el lugar elegido por los vecinos para bolichear, está esperando su destino de derrumbe.
Por qué de Paganini a Granadero Baigorria
En 1949 la Legislatura santafesina comenzó a debatir el cambio de nombre de tres localidades. Paganini, Juan Ortiz y Puerto Borghi.
El criterio usado fue el centenario de la muerte del general José de San Martín y su hazaña en la batalla de San Lorenzo el 3 de febrero de 1813. Por eso la idea de rebautizar las ciudades por donde el padre de la Patria y el ejército de granaderos pasaron e hicieron noche previo al combate histórico dio forma a la Ley provincial.
La norma fue votada por la Legislatura en 1949 y la misma fue promulgada por el gobernador Juan Hugo Caesar el 28 de enero de 1950, dando el inicio del nombre actual, Granadero Baigorria.
Es interesante decir que todos los nombres usados para la renomenclatura de las ciudades, Granadero Baigorria por Paganini, Capitán Bermúdez por Juan Ortiz y Fray Luis Beltrán por Puerto Borghi, fueron en honor de partícipes del Combate de San Lorenzo.
Juan Bautista Baigorria fue el granadero que salvó la vida de San Martín en el campo de batalla apenas comenzaron las acciones militares contra las tropas realistas.
Justo Germán Bermúdez fue el segundo al mando, con el grado de capitán, del ejército de granaderos que luego de la caída de San Martín en el combate estuvo al mando de la segunda carga contra los españoles. En esa acción tuvo una herida mortal en una de sus piernas que le hizo perder la vida dos días después de la batalla en medio de una dolorosa agonía.
Luis Beltrán fue un fraile católico que estaba a cargo de las armas del ejército patriótico.
Por último es bueno destacar que aunque hace más de setenta años la ciudad se llama Granadero Baigorria, legalmente también se la puede denominar Paganini. Por ende se podría decir que la localidad tiene dos nombres en vigencia. Uno que cuenta de su fundación, y otra que destaca a un soldado casi anónimo que le salvó la vida al padre de Argentina.