Además, el 1º de mayo, en el marco del Día de los Trabajadores, la central obrera realizará una masiva movilización frente a la Rosada. “Son sindicalistas con síndrome de abstinencia”, retrucaron en el gobierno.
Un día después del encuentro con funcionarios de primera línea del gobierno de Javier Milei, la CGT lanzó este jueves una huelga general para el 9 de mayo próximo. Y resolvió hacer una masiva movilización a Plaza de Mayo para el 1º de ese mes, en el marco del Día de los Trabajadores, en rechazo a las políticas de la Casa Rosada.
Uno de los triunviros de la central obrera, Héctor Daer (Sanidad), aseveró acerca de la convocatoria al paro: “Hay una sumatoria de cuestiones que están irresueltas y una perspectiva de que se sigan acentuando. Eso nos llevará a una caída del poder adquisitivo y de compra de los ingresos mucho mayor”.
La decisión de la central obrera de profundizar el plan de lucha contra el ajuste económico, la demora en la homologación de paritarias y los despidos en el Estado se resolvió pocas horas después del encuentro que funcionarios de la administración de Milei mantuvieron con los líderes sindicales.
Durante el cónclave, en el Ejecutivo se habían comprometido a destrabar la validación de las paritarias no homologadas. El ministro de Interior, Guillermo Francos, y el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, fueron los encargados de recibir a la cúpula de la CGT, también con la reforma laboral como telón de fondo.
La resolución fue debatida por el consejo directivo de la central obrera en la sede de Azopardo 802, en la ciudad de Buenos Aires, donde se analizó lo conversado 24 horas antes en la Rosada.
El sector dialoguista de la CGT proponía realizar el paro después de la movilización del 1º de mayo, para medir la respuesta de sus bases antes de concretar otra huelga, mientras que el ala más combativa de la central obrera venía reclamando una acción directa inmediata.
De todo modos, los caciques cegetistas ya les habían adelantado a los funcionarios nacionales que este jueves se iba a poner fecha a medidas de acción directa (en alusión al segundo paro general luego del realizado el 24 de enero, de doce horas y con movilización). Y que también ratificarían la concentración en Plaza de Mayo.
Sin embargo, en Balcarce 50 no les pidieron que cancelaran o postergaran las medidas de fuerza y prometieron discutir en una mesa conjunta el contenido de una actualización de la legislación laboral (acordaron no hablar de reforma) para incluirla en la ley Bases, pero sin los artículos que molestaron a la dirigencia gremial por sacudir su estructura de poder.
“En el gobierno plantean una caída en los precios”, indicó Daer, quien de todos modos advirtió que la actualidad indica que la brecha con los ingresos se acrecentó. “Es muy difícil esta ecuación entre precios y salarios”, puntualizó.
“Se liberan los precios y ahora plantean que van a bajar, pero la coyuntura indica que los salarios no alcanzan. No es que la gente no convalida los precios, es que no tiene plata”, sentenció el dirigente gremial.
Réplica oficial
Por su parte, el subsecretario de Prensa de la Nación, Javier Lanari, apuntó contra la CGT tras el anuncio del nuevo paro general y aseguró que son “sindicalistas con síndrome de abstinencia”.
“La CGT está decidida a que Milei sea el presidente con mayor cantidad de paros generales. Sindicalistas con síndrome de abstinencia. Hibernaron cuatro años en el periodo de mayor empobrecimiento de los trabajadores. ¡Es un gran honor!”, publicó el funcionario en su cuenta de la red social X.
Fuente: Diario La Capital