Tomar un taxi en horas de la madruga puede tener una demora de entre 20 y 40 minutos, sino más. La inseguridad y la falta de rentabilidad del servicio son dos de los factores determinantes para los conductores, que hasta ganan en algunos casos más que el dueño del taxi.
El servicio de taxis en la ciudad de San Lorenzo sufre hoy de notorias deficiencias en cuanto a la calidad de la prestación. A las prolongadas esperas, se le suman la antigüedad del parque automotor, la tarifa poco accesible y la peligrosidad de algunas zonas de la región, según denuncian los mismos conductores.
Tomar un taxi en horas de la madruga puede demorar, desde que uno solicita el servicio a las empresas hasta que el coche llega a su punto de partida, entre 20 y 40 minutos. Por la noche y la madrugada, la espera puede ser aún más prolongada.
En este punto se destaca que el taxi es la única opción relativamente viable de transporte en la ciudad de San Lorenzo y en la región, ya que los colectivos tienen menor frecuencia de servicios pasadas las 11 de la noche, mucho más aún los fines de semana y feriados.
“A la noche hay muchísimos menos servicio, un poco por miedo, otro poco porque no hay laburo”, reconoció Juan Hauser, ex presidente de la Asociación de Choferes de Taxi de la ciudad de San Lorenzo y trabajador desde hace 34 años en el servicio nocturno.
“El taxista de noche tiene miedo y el patrón no pone a trabajar el vehículo. El tipo no va a arriesgar un capital, porque hoy se lleva más el chofer que el dueño del auto. Si saco 50.000 una noche, son 25 para mí y el dueño del auto se lleva 15, porque afronta los gastos del coche”, agregó.
Más usuarios, menos vehículos
La cantidad de taxis en la ciudad de San Lorenzo descendió de 136 unidades a 127, producto de la retirada de 9 chapas patentes que no se volvieron a habilitar por parte de la Municipalidad.
Esta merma en la cantidad de vehículos hace que el servicio este peor repartido. En ese sentido, Hauser señaló que la cantidad de taxis por empresa también disminuyó.
Por ejemplo, una de las empresas que brinda el servicio señaló que de 30 unidades que circulaban en horario nocturno, hoy solo lo hacen 10. “En una noche mala, con poco trabajo, a veces salen solo cinco”, reconoció un trabajador que circula en horas de la noche.
La tarifa de taxi, en horario nocturno, hoy cuesta $1117 la bajada de bandera, con una ficha de $52.
“Ni siquiera con el paro de colectivo hubo tanto trabajo, la gente no salió”, graficó Hauser con respecto a la situación de baja de uso del servicio.
La situación de inseguridad que vive Rosario, con los atentados ocurridos en los últimos días contra el servicio de transporte de pasajeros, también hizo que los viajes hacia la vecina ciudad se disminuyan.
“Uno si toma un viaje a Rosario pregunta la dirección, y ahí uno decidimos”, reconoció otro taxista. Un viaje desde San Lorenzo hasta, por ejemplo, la Terminal de Ómnibus Mariano Moreno, ronda los $15.000.