La visita del presidente a la ciudad por el día de la insignia patria será esperada por todo el arco político local. De igual modo, sería positivo que sea una costumbre que no se pierda solo en lo circunstancial.
Javier Milei anunció su visita a la ciudad de Rosario para el próximo jueves 20 de junio, en el acto central por el Día de la Bandera.
Rosario tendrá la visita de un presidente en ejercicio, algo que no ocurría desde 2017, cuando Mauricio Macri ensayó una especie de acto protocolar sumamente restringido al público y de muy breve duración. Alberto Fernández tuvo ausencia completa a las ceremonias, y Milei vuelve a abrir la posibilidad de visitar asiduamente la ciudad en esta jornada patria, algo que Cristina Fernández de Kirchner había ejercido durante su último período como presidenta.
Que la figura del presidente esté presente en el acto es un signo positivo para los ideales constitucionales que un país como Argentina debería tener. Todo ello pese a que, en muchísimas oportunidades, el discurso del actual presidente Milei circula por espacios globalistas y de alineación casi total con el capital internacional extorsivo.
Hoy Milei tiene un capital invaluable en la política, que es la capacidad de movilizar masas. Es innegable que la simple figura del presidente convoca, mucho más allá de sus decisiones y de sus dichos, y esa popularidad orgánica solo la supo tener los representantes peronistas, aunque mucho más institucionalizada.
Rosario siempre estuvo cerca
En Santa Fe también celebrarán la cercanía del presidente a la ciudad en una fecha tan importante como este 20 de junio. Para el intendente rosarino Pablo Javkin, será la posibilidad de, al menos para los medios, elevar una vez más reclamos del índole local, como el transporte público de pasajeros y la discriminación que sufre la región con el reparto de los subsidios a servicios, en donde Capital Federal es beneficiada.
Misma situación tendrá Maximiliano Pullaro, quien además abrió las puertas a que La Libertad Avanza ingrese en el “frente de frentes” en vistas a las elecciones legislativas de 2025, y por qué no, sirve para tender lazos y no dejar escapar el tren libertario.
En contrapartida, los sindicatos y las fuerzas políticas que militan en las antípodas del presidente podrán tener una jornada donde manifestar su rechazo, principalmente, a la Ley Bases que se votaría una semana después en Cámara de Diputados.
Será una jornada agitada en el inicio del fin de semana largo, algo que también la ciudad esperará capitalizar desde el turismo regional, pero sin lugar a dudas es una noticia positiva que el presidente de la Nación visite Rosario en el Día de la Bandera. Ojalá, sea quien sea, se haga costumbre.