Los sindicatos aceiteros iniciaron este jueves, y de manera sorpresiva, un nuevo paro de actividades en el marco de la discusión en el Congreso de la Nación por el proyecto de la Ley Bases y la reforma fiscal.
En la totalidad del Cordón Industrial, tanto el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros del departamento San Lorenzo y sus pares de Rosario, iniciaron una medida de fuerza a partir de las 12 de este jueves 27 de junio.
En un comunicado emitido por la Federación Aceitera, sostuvieron que “nuestra organización gremial reafirma el profundo rechazo contra la Ley Ómnibus denominada “Bases” por el gobierno nacional que incluye entre otras medidas negativas una Reforma Laboral regresiva y el remate del patrimonio público con privatizaciones y entrega de recursos comunes del pueblo argentino, junto al Paquete Fiscal que incluye enormes beneficios para los más ricos y la reinstalación del impuesto al Salario, mal llamado “Ganancias”, para las y los trabajadores que tal cual está establecido allí alcanzará a la práctica totalidad de aceiteros y desmotadores de algodón”.
Nuevamente, el eje de la discusión se centra tanto en las reformas laborales como en la restauración de la cuarta categoría del impuesto a las ganancias, llevando el piso del alcance a los sueldos brutos de 1.800.000 pesos contra los 3.500.000 de la actual.
“Es necesario enfatizar que este proyecto vuelve del Senado a la Cámara de Diputados con un carácter aún más agresivo contra la clase trabajadora, buscando limitar el derecho constitucional de Huelga y habilitar despidos y persecución contra quienes lo ejerzan. Nuestra lucha es por la defensa de los derechos laborales, sindicales y democráticos de toda la clase trabajadora argentina, y por el Salario Mínimo Vital y Móvil según su definición constitucional y legal que garantiza la vida digna para nuestras familias”, agregaron.
El paro de actividades, según el comunicado, continuará “hasta nueva información”.
En las sesiones anteriores del Congreso, los aceiteros habían impulsado medidas similares. En la primera discusión en Diputados se había efectivizado de manera contundente, pero cuando la ley pasó a Senadores, la iniciativa no tuvo el alcance esperado y se debió acatar una conciliación obligatoria.