En los últimos meses el Concejo Municipal de San Lorenzo, se ha visto envuelto en discusiones que resultan difíciles de comprender si no se encuadran en un contexto razonable para su continuidad y posterior resolución.

El voto del pueblo, le ha brindado al Intendente Raimundo una mayoría legislativa, que no evita discusiones y debates, mucho menos los esconde.

La oposición tiene dos ediles por un lado el Martin Cerdera, peronista con militancia cercana al Movimiento Evita y al Rossismo.

Junto a él Esteban Arico, un ex funcionario del Intendente Raimundo que durante 11 años acompaño la gestión, y en una extraña vuelta de campana se transformó primero en opositor y en poco tiempo más, en un negador serial de cualquier iniciativa que no sea propia.

Arico tiene como socia política- comunicacional, a la militante peronista y periodista Gloria De lo Rios, protagonista en 2017 de la mayor catástrofe electoral del peronismo sanlorenzino, cuando encabezó la lista de Candidatos a Concejales del PJ obteniendo magros 3386 votos, que la dejaron fuera del Concejo, frente a los 15200 del oficialismo que ubico 4 escaños.

Envuelta en tribulaciones sin sustento, campañas oscuras de prensa, junto a dirigentes del PJ local, devenidos a pseudo periodistas movileros, transita de manera permanente un discurso “border”, asimilado a su militancia política.

Algunos mal intencionados la apodan “hamburguesa con queso”, GRATI NADA!!!

Dejaremos para otro momento, el escándalo de la ONG “Protegiendo Sueños”, que servía de bunker electoral al Concejal Arico. Precisamente allí, fue filmado en horas nocturnas cargando en un camión carteles y artefactos políticos propios en el domicilio de la organización donde se supone funcionaba un no-comedor, hoy investigado por la Justicia.

La lógica de cualquier opositor es la propuesta, el control, la discusión de inciativas propias y ajenas, intentando siempre aportar desde lo constructivo, sin buscar ser un escollo sistemico ante cualquier proyecto que ayude al crecimiento y la organización de la ciudad.

Lejos de esta lógica sensata Arico desarrolla su gestión en base a proyectos armados alrededor de “versiones” o “comentarios”, apoyados en dichos callejeros o periodísticos emitidos por los “militantes” antes citados.

Oponerse al futuro, a la organización armoniosa de una comunidad a proyectos productivos , a inversiones que generan trabajo y progreso, no es otra cosa que ser un ancla al pasado, mezclando verdades a medias con mentiras flagrantes.

San Lorenzo es una ciudad central en el mapa de la Argentina, su importancia estratégica obliga a debates serios, profundos, medulares, sin chicanas.

Muchas ciudades de la región van por ese camino: Granadero Baigorria y Puerto San Martin son ejemplos.

San Lorenzo no puede quedar presa de una lógica que solo apuesta a destruir, sin discutir , sin debatir, con maratónicas reuniones de comisión o sesiones, en la que lo único que se escucha es “no”.

Lo merece la ciudad , lo merecen sus ciudadanos.