(Nota de Gloria de los Rios con el Concejal del PJ Martin Cerdera)

Carl Schmitt fue un filósofo alemán nacido en 1888, tristemente célebre por haber sido el creador de la dialéctica amigo-enemigo, más precisamente en su obra “El Concepto de lo político” de 1932, donde esboza entre otras cuestiones: “la esencia de las relaciones políticas se caracteriza por la existencia de un antagonismo concreto”, que se traduce en una “consecuencia última de agrupación amigos y enemigos”.

Es muy difícil pensar que el pobre Schmit reapareciera en las mentes febriles de algunos ediles conducidos por la militante peronista y periodista Gloria de los Ríos.

El Concejo Muncipal de San Lorenzo parece entrar en intentos de prácticas oscuras y autoritarias, alguna de ellas inspiradas en las etapas más negras de la Argentina.

Específicamente hoy, jueves 1 de agosto a las 11 horas, habrá una reunión de comisión en la que se debatirá, entre otros temas, un proyecto de reforma de uso de suelo presentado por dos profesionales arquitectos de la ciudad.

Un dicho popular reza que “el ladrón ve a todos como de su condición”. Nunca mejor aplicado para este caso.

En una nota emitida en la propaladora de la citada ”milidista” de los Ríos y el concejal kirchnerista Martin Cerdera, coinciden en la necesidad de filmar los testimonios de las personas citadas a la comisión, para evitar “recortes” a los dichos, porque pasan “cosas raras” en las comisiones sin especificar el concepto de raro, ni mucho menos de las decisiones.

La ley orgánica de municipios 2576, sancionada en 1939 y sus posteriores modificaciones, la 12065, 12423 y 13243, es muy clara en lo que respecta a las atribuciones e incumbencias de los concejos municipales de Santa Fe.

Filmar e interrogar a ciudadanos para generar afirmaciones definitivas y debatir supuestos no figura hasta el momento en ninguna de sus obligaciones.

Mucho menos solicitar balances, flujos de inversión, posibles ganancias, etc ., de posibles o futuros emprendimientos. En su caso será la AFIP o la Unidad de Información Financiera (UIF) las que deberán certificar el origen, la trazabilidad y destino de los fondos en caso de llevarse a cabo el proyecto.

Una “militista” y un concejal no pueden bajo ningún concepto o normativa fiscalizar o autorizar un proyecto de inversión que se conviene entre privados, y que para llegar a término debe requerir de planos, permisos, fondos, inscripciones, pagos, etc.

Sus “mareos” discursivos se hacen más evidentes cuando coinciden que el interrogatorio fílmico obedece a que uno de los “titulares” de la Orden Franciscana afirmó que se está trabajando en un proyecto para la transformación de la actual área comercial y los espacios ociosos, que abarcan una parte de las cuatro manzanas que son propiedad de la orden religiosa, y que por otro, no afectan el área histórica o museológica, como se aclaró en más de una oportunidad.

El delirio final llega cuando piden explicaciones sobre “el shopping con salas de cines que se va a construir dentro del convento” según expresa de los Ríos.

Afirmar que la Orden Franciscana tiene “titulares” es de una ignorancia supina, propia de quienes han hecho del amigo-enemigo, una forma de militancia y vida.

Por último el edil y su entrevistadora, establecen de manera textual que en San Lorenzo están “quienes queremos preservar el patrimonio histórico y quienes no”, dando por cierto que quienes no están de acuerdo con este principio que ellos expresan, es un “no amigo” de la ciudad y mucho menos del patrimonio.

Más maniqueo no se consigue

Los locales existentes en el Paseo del Pino generan una renta que de manera evidente para el concejal Cerdera deberán cesar en sus actividades porque no se puede comerciar o lucrar en “su manzana histórica”.

Cada vez más oscuros, cada vez más presos de conceptos que deberán reflexionar en caso de ser posible.