El presidente Javier Milei, como parte de su estrategia de comunicación y en buscas de retomar el protagonismo, fue personalmente a presentar los lineamientos generales de su primer presupuesto del Estado para el año 2025.
Este movimiento fue ideado por parte de su equipo de trabajo para que el presidente vuelva a tomar protagonismo en la escena pública. Habitualmente es el ministro de Economía quien toma la presentación del presupuesto en el Congreso, pero esta vez fue el mismo presidente de la Nación quien tomó las riendas del asunto.
La exposición, en un discurso íntegramente leído por parte del mandatario, fue en el “prime time” del domingo a las 21 horas. Pero, para su mala fortuna, el público no acompañó el mensaje y las cifras de rating tocaron un mínimo histórico para ese horario.
Según las mediciones de la cuenta de X Real Time, el presidente promedió poco más de un punto de rating en su exposición. Minutos antes de la cadena nacional, los canales sumaban casi 16 puntos de audiencia.
El rating fue bajísimo, registrándose hasta 0.0 puntos en canales como El Nueve, y 0.1 en la Televisión Pública.
El presidente, que había sido sintonizado en buenos números durante presentaciones anteriores como la del proyecto de Ley Bases, recibió un espaldarazo de la audiencia televisiva, cuando el efecto buscado era ser visto.
No es un indicador contundente de apoyo, pero sí un índice de que sus medidas ya no son esperadas por parte del público general en demasía. El libertario, quien demostró querer buscar los flashes y ser amigo de los discursos en público, no recibió tampoco en YouTube a muchos televidentes (poco más de 6000 usuarios vieron en vivo el momento de la presentación).
Ya atravesando el décimo mes de su gestión, Milei necesita imperiosamente de resultados en términos económicos, ya que el estancamiento del IPC en 4 puntos porcentuales pese al ajuste y liberación de servicios, más el incremento del costo de vida, son indicadores negativos que van colmando la paciencia de una población que lo votó en busca de soluciones más allá de adherencias a la identidad libertaria que profesa.