Las publicaciones con respecto a la mujer de 30 años de edad que dejó a su perro adentro de su auto durante la tarde del martes, causándole así la muerte por asfixia tras ocho horas encerrado, fueron tendencia y furor de la jornada de las redes sociales.
La opinión pública nuevamente encontró un chivo expiatorio y se sació de violencia contra esta persona que, imprudentemente, provocó la muerte de su perro.
Por ello afrontará una causa penal por maltrato animal, la que le podría caber una multa económica y una posible pena condicional.
Pero la Justicia no se limita al fuero penal y trascendió las pantallas para materializarse en un escrache hacia el local comercial de la mujer involucrada, un local de calzado que no abrió este miércoles por temor a represalias por parte ya no de la opinión pública, sino de personas que no encuentran en las leyes y el Código Penal castigo apropiado para una falta o, si se quiere, crimen.

Se exacerba el clamor popular cuando un animal es víctima de un hecho violento, pese a que la misma mujer señaló que fue involuntario y que no quiso “asesinar” a Coco, como se llamaba el pequeño can.
Ayer, una vez conocida la situación, los usuarios de redes sociales difundieron datos personales y laborales de la mujer. A los pocos minutos se conoció su cuil, su actividad laboral, sus redes sociales, fotos de ella y de su comercio.
“Dejó el perro encerrado mientras hacia videos de TikTok”, aludieron en Twitter, principalmente.

La sensibilidad para con las mascotas y los animales es primordial para muchas personas, que se encargan de juzgar vehementemente las decisiones y/o responsabilidades de terceros en este tipo de hechos. Los mismos que permitieron que la legislación penal sea más efectiva para con los delitos contra perros principalmente, se dan lugar a ser jueces y definir ellos las penas que le deben caber a quienes cometen este tipo de agresiones.
Si son voluntarias o no, quedarán para otra discusión. Lo importante es que se sepa que son muy malas personas, a su juicio, y que merecen lo peor.