El Gobierno Nacional profundizó sus acciones con respecto a la seguridad en el norte del país luego del controversial anuncio de la construcción de un tejido de 200 metros en la frontera con Bolivia.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, anunció el envío de 300 efectivos de las fuerzas armadas para mayor vigilancia de la zona conocida como la Triple Frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay, región conocida popularmente por el contrabando y el tráfico ilegal de mercadería.
“Vamos a controlar las fronteras con las Fuerzas de Seguridad y estamos evaluando la posibilidad de incluir a las Fuerzas Armadas”, anunció la ministra en Radio Mitre luego de inaugurar en Puerto Iguazú un Centro de Análisis de Inteligencia Criminal de Gendarmería Nacional.
“En este despliegue que estamos haciendo, tomaremos estos puntos y con ellos podremos decir que tendremos una frontera muchísimo más controlada. Si nosotros analizamos que hace falta otras zonas en las que tengamos que poner este cerco para que las personas no se vayan a otro lugar, lo haremos”, agregó la ministra.
El Gobierno busca reforzar la retórica militarista y apunta a la seguridad interior reforzando los controles de ingreso en la zona fronteriza del norte.
De este modo, el cruce fronterizo entre Brasil y Argentina tendrá mayor despliegue militar, a la vez que se reforzará la zona fluvial en los cruces de los ríos Paraná e Iguazú.