Las PASO provinciales tuvieron una participación del 55,61%, según el escrutinio oficial del Tribunal Electoral, constituyéndose así como la elección con menor participación desde el regreso a la democracia.
De un padrón de más de 2.800.000, poco más de la mitad participó de estas elecciones en donde se votaron presidentes comunales en algunas localidades, intendentes en otras, primarias a concejales en las ciudades y principalmente, se definieron los convencionales constituyentes.
En ese sentido, casi un millón y medio de personas votaron, dejando un margen importante de electores que podrían participar en las generales del próximo 29 de junio, pero también abriendo la posibilidad a que esto no pase.
En las elecciones pasadas del 2023, las PASO tuvieron una participación del 62%. Ya en las generales de ese año, la concurrencia fue apenas del 68%.
Es decir, hay menor cantidad de personas que se vuelcan a las elecciones provinciales, algo que históricamente empieza a verse cada vez más en los procesos electorales, mostrando así un descontento del común de la gente con esta instancia democrática.
Es por esto que la evaluación de quienes necesitan mejorar su performance es de la de volver a convencer a un electorado, el cual cada vez se aleja más de las urnas.