La Ciudad de Córdoba, uno de los centros urbanos más importantes del país, atraviesa una delicada situación económica que hace que la actual gestión municipal se plantee la posibilidad de reducir hasta un 30% sus gastos en la planta política.
Ante este panorama, el intendente Daniel Passerini pidió este lunes la renuncia de todo su gabinete.
Los pedidos de renuncia abarcan desde secretarios, subsecretarios, directores, subdirectores, y también a los responsables de empresas públicas municipales como Tamse, Coys, Cormecor, el Ente de Fiscalización, Bio Córdoba, entre otros. En total, son unos 580 puestos que podrían quedar vacíos ante la crisis económica e institucional municipal.
El trasfondo de este inusual hecho y de importante gravedad a su vez para la gestión de una ciudad de 1.5 millones de habitantes es un conflicto entre el intendente y el gobernador Martín Llaryola, quien habría buscado una “intervención” a la Municipalidad que anteriormente condujo con esta medida.
A su vez, esto da cuenta de un descontento del propio intendente con un gabinete que, a un año y medio de comenzada su gestión, no responde a las necesidades de la ciudad.